Hoy en día, el acceso a las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC) es sinónimo de desarrollo y crecimiento de las naciones pues, a través de la innovación que traen consigo, se dinamizan las economías y se aumenta la oferta de servicios a los ciudadanos. Por esta razón, organizaciones como la ONU y la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) se enfocan en generar campañas e incentivos que ayuden a cerrar la Brecha Digital entre los países y las comunidades.
Esta Brecha no es otra cosa que la desigualdad socioeconómica generada en las comunidades, por un acceso diferencial a las TIC y a los dispositivos tecnológicos, que reduce las oportunidades de desarrollo en las comunidades con menor acceso.
En esta batalla, Colombia también ha jugado sus cartas, entre ellas la expedición del Decreto 1515 de 2017 que reglamentó la exclusión de IVA para los smartphones y tabletas. De acuerdo con esta normativa, los equipos con un valor menor a 22 UVT (unos $701.000) no deben pagar IVA. Sin embargo, la medida se queda corta en alcance cuando se mira en contexto.
Puesto que un gran número de dispositivos tecnológicos han sido diseñados con características y tecnologías novedosas que ofrecen un mejor acceso a las TIC, su precio de mercado supera este valor y se quedan por fuera. De otro lado, las decisiones en la compra de dispositivos también impactan el despliegue de infraestructur, pues los dispositivos de tecnología más avanzada (hoy 4G y en unos años 5G) tienen costos más altos, que unidos a impuestos más elevados, pueden disuadir a los consumidores de adquirirlos. Esto se traduce en una menor demanda de servicios de tecnologías más avanzadas (4G y 5G) y en menores incentivos para que los operadores inviertan en infraestructura para estas.
Finalmente, la medida también encuentra otro freno en la Reforma Tributaria que aumentó los impuestos para el servicio de internet móvil, que es el combustible para el buen funcionamiento de los dispositivos y un verdadero incremento en el acceso a las TIC y al conocimiento.
Entonces, aunque la exención del IVA tiene la buena intención de cerrar la brecha digital, no es suficiente cuando otras decisiones no están articuladas con su mismo propósito. Por esto, es necesario tomar una posición más decidida e implementar medidas más profundas y certeras que permitan al país enfrentar la Brecha Digital y unirse a la lucha global por los Objetivos del Desarrollo Sostenible que ha planteado la ONU.
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Autor: Germán López